AL POETA
No busques un por qué para tu canto.
No lo hallarás jamás. No es tu sediento
amor su clara fuente, sino el viento,
y en él todo es misterio y es encanto.
No hay gloria en tu misión, sólo belleza,
y la belleza es libre como el sueño;
no sabe de un gestor, no tiene dueño
y construye ella misma su grandeza.
El tuyo es otro don. Tuya es la suerte
de no temer los días y su acecho.
Tu voz es inmortal. No fuiste hecho
de tiempo, de olvido ni de muerte.
Te protegen sagrados talismanes;
la luna atemporal, la siempre amada,
los gritos de una gesta y una espada,
el dolor y sus negros edecanes...
Nada tiene la muerte de imperiosa.
Eres inmune. Eres el poeta.
Tu magia es más antigua y más secreta
y tu escudo inviolable es una rosa.
No lo hallarás jamás. No es tu sediento
amor su clara fuente, sino el viento,
y en él todo es misterio y es encanto.
No hay gloria en tu misión, sólo belleza,
y la belleza es libre como el sueño;
no sabe de un gestor, no tiene dueño
y construye ella misma su grandeza.
El tuyo es otro don. Tuya es la suerte
de no temer los días y su acecho.
Tu voz es inmortal. No fuiste hecho
de tiempo, de olvido ni de muerte.
Te protegen sagrados talismanes;
la luna atemporal, la siempre amada,
los gritos de una gesta y una espada,
el dolor y sus negros edecanes...
Nada tiene la muerte de imperiosa.
Eres inmune. Eres el poeta.
Tu magia es más antigua y más secreta
y tu escudo inviolable es una rosa.
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