CANCIÓN
Como fruto maduro
de un árbol en diciembre,
van brotando cantares
que el viento mece;
¡Qué dicha para el viento
la fragancia que huele!
Cuando el poeta observa
al pájaro que ofrece
su esplendor a aquel cielo
que el sol enciende;
¡Qué dicha la del pájaro
ese sol que no muere!
Y el poeta extasiado
-Callado como siempre-
eludiendo el hastío
su verso entreteje;
¡Qué delicia el silencio
que a su canto envuelve!
de un árbol en diciembre,
van brotando cantares
que el viento mece;
¡Qué dicha para el viento
la fragancia que huele!
Cuando el poeta observa
al pájaro que ofrece
su esplendor a aquel cielo
que el sol enciende;
¡Qué dicha la del pájaro
ese sol que no muere!
Y el poeta extasiado
-Callado como siempre-
eludiendo el hastío
su verso entreteje;
¡Qué delicia el silencio
que a su canto envuelve!
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