DE HUMOR MELANCÓLICO
Me quitaron los huecos donde metía mis agujeros,
los dos pies descalzos que poblaban mis zapatos,
la luz donde rastreaba la sombra de mis dedos.
Me robaron el alma camino a venderla...
No me dejaron ni deudas que deber,
y entre tanto saqueo me falló la suerte:
nadie quiso llevarse tu ausencia.
los dos pies descalzos que poblaban mis zapatos,
la luz donde rastreaba la sombra de mis dedos.
Me robaron el alma camino a venderla...
No me dejaron ni deudas que deber,
y entre tanto saqueo me falló la suerte:
nadie quiso llevarse tu ausencia.
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