CANCIÓN INFANTIL
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Ya la aurora de dedos de rosa
improvisa la magia del día
y en sus pétalos rojos se posa
una luna de triste agonía.
Con su tácito orgullo por signo
se retira ofendida la noche;
evitando un adiós por indigno,
sin alzar una voz de reproche.
Se adivina un pincel en la altura
dibujándole al sol sus guedejas;
es un duende que en vano apresura
su acuarela febril entre quejas.
Ya la aurora de dedos de rosa
improvisa la magia del día
y en sus pétalos rojos se posa
una luna de triste agonía.
Con su tácito orgullo por signo
se retira ofendida la noche;
evitando un adiós por indigno,
sin alzar una voz de reproche.
Se adivina un pincel en la altura
dibujándole al sol sus guedejas;
es un duende que en vano apresura
su acuarela febril entre quejas.
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