sábado, 5 de julio de 2008

EL PLAGIARIO

El alba lo encontró sobre la mesa
dormido ante la vela consumida
que dio su luz a la invención fingida
que ya su escrito inagotable apresa.

Hay a su lado una balumba espesa
y entre sus dedos, todavía asida,
una pluma de punta ennegrecida
que en el hastío matinal sopesa.

Duda un instante ante su sino ingrato
de amanuense de un febril manchego
e infame impostor de un genio lego.

Decide conservar su anonimato
y su infamia en el falso nombre queda.
Estampa al fin su firma: Avellaneda.
Creative Commons License
This obra by fede liste is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina License.